Siempre es un poco más tarde

Siempre es un poco más tarde
y pararse por parar tan sólo,
resulta una mentira triste
a la prisa que nos mueve.

Después de cada paso hay tantos, otros,
¡cuidado!, que no se traben,
y no medites, edites tus respuestas,
mientras te engulle el sistema, lentamente,
escupiendo un rastro de despojos
en grandes titulares falsos.

Claro que queda el consuelo, estadístico,
de cantar más alto que la media, o más fuerte,
y conquistar un trozo de cielo más amplio,
al enemigo, al vecino.

Y seguimos corriendo como locos
a la caza de todos los sueños huecos,
hasta que nos nazca la muerte en el pecho,
y podamos, al fin, caernos libres en la vereda.

2004